“Decidí ser candidato presidencial después de muchas reflexiones, una reflexión larga de muchas conversaciones con mi familia, mis amigos, algunos ciudadanos y con mi conciencia. Tomé la decisión porque creo que mi abordaje de los problemas sociales y mi visión de la vida puede ser unificadora” palabras del nuevo candidato a la presidencia de Colombia, Alejandro Gaviria.
En la tarde de ayer, viernes 27 de agosto, se oficializó la candidatura del académico y ex rector de la Universidad de los Andes. Lo hizo por medio de su cuenta de Twitter en un video donde comienza con un confesión “cuando era estudiantes, antes de presidente quise ser investigador, escritor, o programador, al mismo tiempo me ha gustado siempre resolver problemas concretos; entender una parte de la realidad y sacar adelante soluciones puntuales, proyectos”.
La noticia que fue viral a los minutos, hizo que comenzaran a desatarse especulaciones, comentarios, reacciones positivas y negativas. Incluso, se tocaba el tema de que el candidato no podía lanzarse al puesto porque no era colombiano de nacimiento.
Alejandro Gaviera nació en Santiago de Chile, en 1966, su padre Juan Felipe Gaviria se había ganado una beca para estudiar estadística matemática, pero a los dos años del nacimiento del candidato se regresaron a Colombia donde Alejandro Gaviria cursó sus estudios en Ingeniería Civil en la Escuela de Ingeniería de Antioquia, luego una maestría en Economía en la Universidad de los Andes y posteriormente un doctorado en Economía en la Universidad de California.
Para aclarar el tema, se acude al articulo 96 de la constitución que establece que una persona es colombiana por nacimiento si el padre o la madre son naturales o nacionales colombianos “Son nacionales colombianos: “1. Por nacimiento: “a) Los naturales de Colombia, con una de dos condiciones: que el padre o la madre hayan sido naturales o nacionales colombianos o que, siendo hijos de extranjeros, alguno de sus padres estuviere domiciliado en la República en el momento del nacimiento “b) Los hijos de padre o madre colombianos que hubieren nacido en tierra extranjera y luego se domiciliaren en la República” se lee en la constitución. Por lo tanto, la candidatura es aceptada.
Gaviria fue decano de la facultad de Economía de Los Andes y columnista del periódico El Espectador. Fue ministro de salud y protección social en un periodo comprendido desde 2012 hasta el 2018, en la presidencia de Juan Manuel Santos, donde se mostró muy liberal. También fue el director del Centro para los Objetivos de Desarrollo Sostenible para Latinoamérica y el Caribe (CODS) periodo que terminó en 2019 cuando fue nombrado como rector de la Universidad de los Andes, hasta el día de ayer que después de meses de especulación, hace pública su candidatura.
El aspirante a la casa de Nariño no se lanza con ningún partido político en especifico, sino que lo hace como independiente, pero se conoce que lo querían hacer parte de el tanto el Partido Liberal, Colombia Humana, y la Alianza Verde.
Las elecciones pasadas del 2018 fueron muy radicales. Por un lado estaba el candidato de derecha y ahora presidente Iván Duque. Por el otro lado representando a la política colombiana de Izquierda se encontraba Gustavo Petro, y en el “supuesto centro” se encontraba Sergio Fajardo quien no superó la primera vuelta. Hasta ahora, Gaviria estará buscando superar la polarización, con ideas liberales, un poco de centro, centroizquierda. En cualquiera de los casos el candidato será un contrapeso para el centro democrático que evidentemente es del segmento de derecha. Aunque también podría ser un contrincante para Gustavo Petro con quien comparte ideas un poco diferentes a las tradicionales y que se muestra también como una opción alternativa.
El candidato es muy diferente a todo lo que vemos del actual gobernante Duque. Tiene nuevos enfoques en la lucha contra las drogas, la lucha contra el glifosato, la legalización de la marihuana medicinal, que incluso aceptó consumir durante su etapa ya superada de cáncer. También apoya la idea de muerte digna y el tema del aborto. Además, se diferencia de Duque por su ateísmo y es un contraste bastante marcado porque nuestro presidente es profundamente religioso, besa santos y reza todos los días. Sin duda ideas muy diferentes a las tradicionales marcadas por nuestros últimos gobernantes. Este candidato y escritor reitera la línea de los colombianos que quieren un intelectual en el poder, esto hace que sin duda la opinión política en las próximas elecciones vaya en aumento.