Por: Yoleidys Moreno y Yuliana Girón
Mujeres afro haciendo cine. No era un proyecto por el que muchos apostaran, pero Heny Cuesta y Karen González lo visionaron como una necesidad. Era hora de empezar a representar lo afro de una manera digna y realista.
Era 2013 en la ciudad de Bogotá. Heny estudiaba Dirección y Producción de Cine y Televisión. De ahí que surgiera en ella el cuestionamiento hacia el papel que juega la mujer, específicamente la mujer afro, en este sector y la forma en la que se le representa a ella y a las comunidades en el cine y la televisión. Esa sería la semilla de Cimarrón Producciones.
Karen González fue la primera en escuchar la desafiante idea de Heny: construir un espacio audiovisual con enfoque étnico, social y ambiental, inclinado hacia el empoderamiento de la mujer afro y sus comunidades. Aunque el panorama era nublado, decidieron emprender su idea desde el ámbito universitario y reclutar en su equipo a más mujeres afro que compartieran su noción y entusiasmo.
Entre Chontudas es un grupo en Facebook conformado por más de 4000 mujeres afrocolombianas que comparten consejos y trucos para el cuidado y la esteticidad del cabello, entendido como una forma de reivindicar la identidad afro. Maio Rivas, etno-comunicadora y periodista, propuso a una de las encargadas del grupo que difundiera una invitación para un encuentro entre las mujeres que trabajaran en el área audiovisual, con el fin de encargarse del manejo de la página. En esa reunión, cinco mujeres hicieron click.
Heny y Karen contaron su propuesta a la cineasta y literata Zulay Riascos, la realizadora audiovisual Laura Asprilla y a Maio Rivas. Inicialmente fueron ellas, pero en el camino se ha unido al equipo la comunicadora social Darianella Cuesta. Cimarrón Producciones es un proyecto nacido del bolsillo y el amor de cada una de las integrantes, del esfuerzo de trabajar en otros lugares y destinar un poco de sus ingresos a este sueño. Fue un comienzo difícil, sin salarios, con recursos propios, de la familia, con préstamos que poco a poco se han ido pagando y en la búsqueda de espacios en los que puedan mostrar todo su potencial.
Heny Cuesta, directora de Cimarrón Producciones. Tomada de @cimarronpro 
Karen González, cofundadora de Cimarrón Producciones. Tomada de @cimarronpro
Maio Rivas (segunda en la foto, de izquierda a derecha) es una mujer Afro-Guajira. Cuando lo dice, pronuncia cada sílaba con especial entonación, remarcando la pluralidad de la comunidad afro en Colombia. Es la directora de comunicaciones de Cimarrón Producciones, su casa, su proyecto de vida.
Esa línea borrosa entre la reivindicación y la revictimización es algo que tienen muy claro las mujeres de Cimarrón. Algunas de las problemáticas que enfrenta la comunidad afro en la industria audiovisual son la pornomiseria, estereotipación, estigmatización y el exotismo. Ser contados por un otro, generalmente blanco, privilegia su punto de vista y adecúa la realidad para causar una emotividad que violenta la dignidad de las personas.
Nuestras propuestas son pensadas para las comunidades. Siempre que vamos a un lugar les preguntamos qué les gustaría decir, cómo quieren verse, les explicamos que son un referente para las personas que los verán, así que la manera en que se muestran es importante, comenta Maio.
La mujer afro, como dice Maio, es su foco principal. Toda su historia, saberes, tradiciones y su importancia social y política son guía para la elaboración de contenidos que de verdad aporten a su visibilización y valoración. Ejemplo de esto es la serie más reciente de Cimarrón Producciones: “Guardianas: resilientes desde el cuerpo y el alma”.
Durante el 2020 la productora se enfrentó a un reto que las pondría a prueba: la llegada del COVID-19 y el confinamiento obligatorio. El trabajo comunitario implica trasladarse de un lugar a otro, compartir e involucrarse en los procesos, sobre todo en el área audiovisual y obedeciendo al ideal de Cimarrón de contar las realidades. Pero cuando las cabezas están llenas de ideas y el compromiso es genuino, la distancia no es obstáculo.
La pandemia implicó reinterpretar la realidad de las mujeres, sobre todo de las que trabajan por sus comunidades y la forma en que continúan su trabajo aún en estas condiciones. De esta forma nace Guardianas: resilientes desde el cuerpo y el alma. Una serie que busca reivindicar el trabajo de la mujer afro en los territorios y los desafíos que como mujeres y guardianas deben afrontar. La serie ha permitido explorar no solo las luchas de las mujeres en las comunidades, sino también buscar la forma de hacer contenido multimedia desde la distancia.
“Esta es una serie que invita a la construcción de memoria desde el trabajo de la mujer afro, la cual cuenta con un papel fundamental en cada territorio, llevando con ella un poder invaluable en su comunidad a partir de su trabajo y su lucha, porque a pesar de los diferentes desafíos se siguen fortaleciendo cuando ellas mismas tejen lazos de hermandad y apoyo desde sus diferentes enfoques, justamente eso, queríamos que llegara a plataformas virtuales en donde muchas veces se dan otras imágenes de la mujer afro”
Guardianas acaba de empezar su segunda temporada con 10 mujeres de Bogotá.
Los talleres comunitarios de Cimarrón tienen múltiples componentes teóricos y prácticos. Entre estos, la historia tiene especial importancia, dado que para ellas es necesario discutir no solo el presente sino también el pasado histórico afro, cómo ha sido construido y por parte de quienes, qué ideas, creencias, estigmas, se originaron a partir de una historia contada desde el punto de vista del colonizador.
Parte del objetivo de Cimarrón es cambiar el pensamiento de que las personas negras vinieron esclavos en vez de esclavizados. Hay que entender -explica Maio- que del continente africano no llegaron esclavos, llegaron reyes, princesas, personas fuertes e inteligentes. Los esclavos afro eran los más resistentes, porque el viaje trasatlántico duraba meses, bajo condiciones deplorables en las que moría mucha gente; los que alcanzaban a llegar a este continente eran personas fuertes, inteligentes, letradas, pero con una diferente cosmovisión.
La gente afrocolombiana es pluriétnica y pluricultural. La historia no puede ser cambiada, pero sí se puede contar lo que no ha sido contado antes. Historias en las que las mujeres y hombres luchaban y daban su vida por sus comunidades, desarraigando los estereotipos del cine y la televisión que caen en la sexualización de las personas negras o en la denigración de sus oficios.
Otro proyecto de especial importancia en Cimarrón, es el Cine Orgánico Afrodiaspórico. Propuesta que reúne y propicia debates entre colectivos artísticos y culturales alrededor del cine y la representación afro.
El objetivo de Cimarrón es producir contenido que genere cambios y deje un precedente social que perdure en el tiempo. Eso se ve reflejado en sus piezas, como A mí también me pasó, un proyecto cuyo objetivo es generar empatía e identificación con historias propias de mujeres negras que, en sus voces, denuncian actos de racismo que muchas veces son normalizados en nuestra sociedad.
El trabajo de Cimarrón Producciones es un ejemplo de la necesidad de espacios y narrativas diferentes, de una comunicación más abierta y empática, donde las voces de los protagonistas primen e integren todos los aspectos plurales de las comunidades. En este caso, también es un espacio para visibilizar a la mujer como creadora de contenido, promotora del cambio, lideresa de su comunidad e inspiradora para niñas, niños y personas de cualquier edad, etnia o cultura. Cambiar el prejuicio y el estereotipo social de la mujer afro es un reto y quién mejor que este grupo de profesionales y creativas mujeres afro para transformar el paradigma presente.
Si quieres seguir todo el trabajo de Cimarrón Producciones entra aquí: https://www.instagram.com/cimarronpro/ – https://www.youtube.com/channel/UC6gH7Ykm_Yis_rg7lzu0_iA
