Los retos persisten en la larga encrucijada hacia la paz en Colombia, donde pese a los ataques persistentes y la constante estigmatización, muchos excombatientes siguen comprometidos con el proceso
Carlos Ruiz Massieu, presentando el último reporte del secretario general de la ONU sobre el trabajo de la Misión de Verificación de la ONU, le contó al Consejo de Seguridad que los excombatientes están trabajando al lado de sus familias y comunidades para aguantar los efectos de salud y económicos de la pandemia.
“Desafortunadamente, algunas áreas que han sufrido inmensamente durante el conflicto siguen estando bajo asedio por la violencia de otros actores que continúan atacando a los líderes sociales, defensores de derechos humanos, excombatientes y comunidades enteras”, contó Ruiz Massieu al Concejo de Seguridad a través de una teleconferencia el pasado miércoles.
Víctimas inocentes
Las recientes masacres en varias partes del país son un recordatorio doloroso de como civiles, incluso los más jóvenes, son víctimas de estos grupos, dijo Ruiz Massieu al enfatizar sobre la necesidad de mejorar la seguridad para las mujeres, líderes sociales y defensores de DD,HH.
Según el reporte de 90 días del Secretario General, los grupos armados al margen de la ley han aprovechado la pandemia para reforzar el control territorial y social. Durante este reporte que fue realizado entre el 27 de junio hasta el 25 de septiembre, la Misión verificó un total de 19 asesinatos de excombatientes de las FARC-EP, todos hombres para un total de 50, incluyendo dos mujeres desde el inicio del año.
“Buscar maneras de frenar la violencia es imperativo para poder cumplir con la promesa del Acuerdo de Paz”, afirmó Ruiz Massieu, instando a Colombia que finalice e implemente una política pública para desmantelar grupos armados ilegales, organizaciones criminales y sus redes de apoyo.
Verdad y justicia saldrán
Ruiz Massieu concluyó que enfatizando que se debe cumplir la medida de Verdad, justicia, reparación y no repetición son las claves para el cumplimiento adecuado del proceso de paz. Esto se debe a que trae a las víctimas y victimarios a la construcción de un diálogo construido.
A su vez, también resaltó el rol de las mujeres en el proceso de paz en Colombia, a 20 años de la implementación de la resolución 1325 del Concejo de Seguridad . “Invito a todos los actores, incluyendo al gobierno y las FARC, que se inspiren para redoblar los esfuerzos para implementar completamente las provisiones de género del acuerdo, junto con el liderazgo de los colectivos de mujeres a nivel nacional y locales”, concluyó