Por: Shadia López Borrero
Los procesos Voz Infantil y Hola Juventud, de los cuales muchos comunicadores y profesionales destacados han hecho parte, cumplen 45 años haciendo historia y trabajando por la cultura y la niñez.
Julio Adán Hernández es el fundador del proyecto comunicativo-educativo Voz Infantil-Hola Juventud. El “profe”, como lo llaman de cariño quienes han tenido la oportunidad de formarse con él y ser sus alumnos, es un comunicador social y pedagogo. Hablando con él, nos cuenta cómo nace este proceso y la importancia de darle protagonismo a niños y adolescentes de expresarse y conformar su identidad cultural a través de un arduo trabajo que traspasa fronteras.
En medio de una ciudad llena de personajes y riqueza cultural como lo es Barranquilla, donde cada una de sus calles tiene historias por contar y sus paredes letras y poemas por leer, Julio Adán, un 7 de abril de 1977, toma la decisión de crear un proyecto único. Un espacio donde tanto niños como jóvenes tuvieran voz alejado de las convenciones de los adultos. “Nace como un proyecto de amor, de detenerse más en el niño que en el adulto” como él mismo dice.
Inicialmente el proceso comenzó con Voz Infantil, pero con el paso de los años quienes lo integraban fueron creciendo y ya no eran niños. La historia que comenzó con niños debía dar ahora continuidad desde la adolescencia. En 1987, tan solo 10 años después, se incorpora Hola Juventud.
Dentro de los propósitos fundamentales de ambos programas están visibilizar al niño y “darle reconocimiento como ser humano y no como una cosa”, así lo define Julio Adán. En parte, manifiesta que su surgimiento partió de “la necesidad de transformar la realidad y de crear un espacio, porque los niños no tenían un espacio propio”. El pedagogo sostiene firmemente que la construcción de una cultura de niñez se puede dar desde el reconocimiento de los niños y la comprensión de su naturaleza.
“El niño lo que necesita es que nosotros creamos ambientes propicios para su realización como persona, para hacerse sentir, hacerse escuchar, dejar huella y trascender. En esa medida nosotros procuramos acompañar a los niños en ese crecimiento. El niño es un espíritu divino”.
La vinculación de los niños a los procesos y manifestaciones culturales, se da a través de la utilización de una estrategia pedagógica desde las escuelas conocida como prensa-escuela, creada para extender esta labor a los colegios. Hernández la describe como un modelo “donde acercamos a los niños a los medios de comunicación para que desde ahí se apropien de su realidad y sean capaces de transformarla”.
Desde Voz Infantil-Hola Juventud se desprenden múltiples espacios de protagonismo para niños y jóvenes, uno de estos es el Carnaval de los Niños de Barranquilla. Las fiestas carnestolendas nacen precisamente como otro espacio único para los más pequeños. “El Carnaval de los Niños, mirado de otra manera, no es más que una escuela abierta a la vida, en donde hay un aprendizaje no sólo de lo que son las manifestaciones culturales, sino que además es un aprendizaje de valores”, dijo el “profe”.
Gracias al trabajo y los aportes de Julio Adán Hernández, la preservación cultural en las nuevas generaciones de la arenosa es una realidad. Desde temprana edad se incorpora a los niños en los medios para crear su propia identidad y reconocer la riqueza cultural en la ciudad y el departamento. Su labor deja un mensaje para la sociedad, sociedad en donde todo gira alrededor de los adultos, diciendo que debemos reducirnos a la niñez. “Si a los niños se les brinda la confianza necesaria para que hagan cualquier cosa, la van a hacer con mucha responsabilidad”. El “profe” cree fielmente en el poder y valor de los niños en la sociedad.