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Por Kairys Espinosa y Alejandra Campo/ Fotografías: Elizabeth Zelner

En la tarde del segundo día del FAMMA 2023, los carmeros y demás asistentes fueron testigos del homenaje al periodista y escritor colombiano Álvaro Cepeda Samudio quien en 1954, junto al Grupo Barranquilla, realizó la película ‘La Langosta Azul’. 

Previo al homenaje, que inició a las 2:00 p.m. en el salón social COOACEDED, se dieron a conocer otros cinco de los cortometrajes a concursar dentro del festival.

Entre los presentados se encuentran ‘Legado’, que reconoce el trabajo del fallecido bailarín y profesor de teatro Ronald Silva; ‘Plañame’, que destaca a las mujeres palenqueras sembradoras de la vida; ‘Ficus’ que representa temas como la aceptación y el respeto por el otro; ‘El hobo’ y ‘Todas mis cicatrices se desvanecen en el viento’

Por su parte, el subdirector de la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, Rito Alberto Torres, señaló la importancia de espacios como el FAMMA, sobre todo para la conservación de producciones audiovisuales como lo son ‘La Langosta Azul’. Asimismo, destacó que la radioactividad de esta película fue un tema famoso en su momento, pues se vio influenciada por las secuelas de la guerra fría.

“Ya han pasado 70 años, es un hito en el cine latinoamericano ya que muchos críticos hablan del surrealismo de esta película. Ellos contaban las historias de pescadores, alusivas a las narrativas del mar”, agregó Torres.

La tarde culminó con la intervención del público sobre las producciones presentadas así como la invitación a Cine a la Plaza que se estaría presentando esa misma noche en la plaza principal de El Carmen de Bolívar.

Cine bajo las estrellas

A las 6 de la tarde suenan las campanas de la iglesia central. Las luces del pueblo se encienden. Las calles encharcadas y la tierra húmeda no son impedimento para que la cultura se tome la plaza de El Carmen de Bolívar, la cuál tuvo la oportunidad de presenciar cómo la tradición toma forma en obras audiovisuales.

Unas horas antes no se veía posible este espacio. Al parecer, el aguacero estaba en contra del escándalo de arte y cultura que tenía preparado el Colectivo de Comunicaciones de Los Montes de María Línea 21. De repente, a las 2 de la tarde, el característico sol costeño le ganó la batalla a las nubes oscuras que adornaban el cielo montemariano. El torrente aguacero despertó un ejército de mosquitos que, a la hora de las campanadas, llegaron a atacar a los asistentes del festival. Se podría decir que de alguna manera, ahora ellos también están llenos de tradición.

El montaje de pantallas, sonido y luces se hizo a la par de la llegada de los asistentes, quienes esperaban ansiosamente la primera noche de cine al aire libre, con la suave y fresca brisa característica de las noches *novembrinas* en El Carmen.

Plaza principal de El Carmen de Bolivar

“Yo nunca había visto un FAMMA, iba pasando por la plaza y encontré la proyección. Me acerqué porque ajá, uno es chismoso. No sabá que en los Montes de María había tanto cine y aparte incentiva a los jovenes a descubrir y re-descubrirse en este arte” cuenta el señor Luis, mototaxista atraído por el movimiento en el pueblo.

Sin duda fue una noche especial. Se proyectaron en una gran pantalla cuatro obras audiovisuales realizadas por colectivos de los municipios San Onofre, Ovejas y Sincelejo. Cada participante de los colectivos hablaron de sus proyectos y compartieron con la audiencia la conexión que tienen con ellos y su importancia dentro de cada comunidad.

El arte es un reflejo de la sociedad. Las obras participantes de este festival reflejan las problemáticas que han vivido las comunidades de los Montes de María, pero más importante, cómo el pueblo las sobrellevan y resisten.

¡Qué viva la tradición! ¡Qué viva la paz en los territorios! ¡Qué viva el cine colombiano!