Por: Santiago Goenaga y Mateo Rangel Heilbron
Durante mucho tiempo, se consideró que la adaptación del libro “Dune” era una empresa imposible. Ya fuera por sus complejos aspectos técnicos o su ambiciosa trama, muchos intentaron y fracasaron antes. Esto fue evidente en la adaptación de David Lynch en los años ochenta. En años recientes, bajo la dirección de Denis Villeneuve, diversos factores se alinearon para convertir lo que se consideraba una obra inadaptable en una de las mejores secuelas en la historia del cine: planificación, creatividad, libertad y pasión.
“Dune: Part Two” es simplemente espectacular. La decisión de dividir la historia en dos partes fue acertada, ya que permite que la trama respire y se desarrolle de manera más completa, evitando las limitaciones que podrían surgir en un filme de dos horas. Incluso con los cambios realizados en la trama, se percibe que estos se hicieron para brindar mayor profundidad a los personajes existentes y para introducir a aquellos que no habían sido explorados previamente.
Esta película está hecha para ser experimentada en la pantalla más grande posible, elevando la experiencia a un nivel casi celestial. Compartir un espacio con desconocidos unidos por algo tan especial como esta película es una experiencia que no puede replicarse en la comodidad del hogar. Los efectos especiales, el sonido y la cinematografía nos sumergen aún más en la trama, siendo la sala de cine un elemento casi indispensable para lograrlo.
La actuación del elenco es magistral. A pesar de tratarse de una historia aparentemente distante, los actores se esfuerzan por humanizar a sus personajes y sus defectos de la manera más convincente posible, y lo logran con creces. Ya sea Rebecca Ferguson buscando que Lady Jessica alcance el poder después de ser rechazada, Austin Butler interpretando a uno de los villanos más memorables en la pantalla grande como Feyd-Rautha, o Timothée Chalamet entregando uno de los clímax más impactantes que hemos presenciado, mostrando cómo Paul ha sido consumido por su increíble poder. Estamos ante uno de los mejores elencos del siglo XXI. Sin embargo, es Zendaya como Chani quien logra cohesionar todo, mostrándonos cómo esta historia aparentemente de héroe se convierte realmente en el surgimiento de un tirano frente a nuestros ojos, convenciendo a aquellos que han dudado de ella, tanto en la pantalla como fuera de ella, de que han cometido un grave error.
Y qué decir de la fotografía del maestro Greig Fraser, quien captura imágenes impactantes que nos transportan dentro de la película, hipnotizados por la gran belleza que se despliega ante nosotros. Fraser logra transmitir la inmensidad de las arenas de Arrakis, y la luz no solo cumple una función estética, sino que también narra mientras acompaña a los personajes. Especial mención merece la escena en Giedi Prime, el planeta de la casa Harkonnen, donde Feyd-Rautha es introducido magistralmente en blanco y negro, revelando una familia despojada de color, cruel, sanguinaria y ególatra, donde nada bueno ni hermoso puede prosperar.
Todo esto es gracias al director, Denis Villeneuve, quien ha tomado este proyecto y lo ha elevado a lo que probablemente se convertirá en una de las películas más recordadas y aclamadas en el futuro, así como en el presente. Sin lugar a dudas, merece todos los elogios que ha recibido y más. Villeneuve es un cineasta excepcional que ha demostrado repetidamente su capacidad para crear películas que trascienden el tiempo y dejan una marca indeleble en la industria cinematográfica. Su visión de “Dune”, alimentada por una profunda pasión, se refleja en el resultado final, contribuyendo significativamente al canon de la ciencia ficción cinematográfica. Su talento como director garantiza que seguirá siendo una figura destacada en el mundo del cine durante muchos años más.
Con “Dune: Part Two”, Villeneuve demuestra una vez más su maestría en la dirección, combinando una narrativa cautivadora con una estética visual impresionante. Esta combinación única de talento artístico y habilidad técnica nos hace anticipar con expectación los posibles reconocimientos que la película podría recibir en las principales ceremonias de premios.
La promesa de una trilogía completa de “Dune” dirigida por Villeneuve ha generado una gran emoción entre los cinéfilos y los fanáticos de la ciencia ficción. Basándonos en su historial de éxito y su compromiso con la excelencia, es razonable esperar que la calidad de la serie se mantenga constante, si no mejora, en las entregas futuras. Si Villeneuve logra mantener el estándar establecido por las primeras dos entregas, no hay duda de que la trilogía de “Dune” será recordada como una de las mejores en la historia del cine.